Tras las etéreas palabras soplo la brisa, tras la sonrisa de escarcha llovió tu aroma, tras el silencio la prisa, tras las caricias la aurora. Llegó la aurora y con ella mil huellas de mi tormento, tu mirada adormecida, tu melena azul al viento. Llegóme el viento y con éste revolotearon versos, cayendo bajo , despierto, saboreando recuerdos. Saboreando momentos de un sutil roce de manos, que a escondidas en verano desgastábamos el tiempo. Tras las etéreas palabras volvió el silencio, tras la sonrisa de escarcha lloré unas horas, tras saborear recuerdos pasó la vida, tras amanecer contigo murió la aurora.