te echo tanto de menos, tanto....
El sol ha mimado mi rostro esta mañana acariciando mi pelo, mis pies fríos enredados buscaban los tuyos. El sonido de la alarma abría estos ojos que no censan de mirarte, y un suspiro naciente en las entrañas me impulsa a despertar. Quedo sentado inmóvil en el filo de la cama, la pupila fija, las manos blandas, la ventana abierta, la mirada helada. Feliz, feliz de saber que por ahí danzas, feliz, feliz de escribir estas palabras. Me pongo en pie, respiro profundo, te echo tanto de menos, tanto..... que me vuelvo a la cama.