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Comenzar de cero...

Debo comenzar de cero en mi propio desierto de ocasiones, sin saber cómo ni dónde, mientras la lluvia despeina mi flequillo y las ideas temblorosas,  sin aliento, dan bocanadas de terror en cada paso que marco como objetivo, sin rumbo fijo, sorbos de aliento, bocados al aire, suspiros de pánico al abordar un nuevo desafío, sin tu mano de mi mano sin tu pecho junto al mío.

Deseo...

Deseo regresar a la playa, a que el viento despeine mi pelo, desenterrar de la orilla el beso que aquella tarde borró mi cara. Deseo regresar a los juegos, agarrar la mano de mi gente, pasear por la acera de enfrente e ir a comprarte caramelos. Deseo regresar a mi casa, volver a reír con tu risa, desabrochar mi rota camisa y que nos despierte el alba. Deseo regresar a los días donde cerrar los ojos bastaba, donde el dolor apenas dolía, donde en cualquier lugar te encontraba.

Posdata...

Te como a versos, te rimo con dulzura, y a fuego lento te escribo besos. Posdata: TE LEO.

Cara o Cruz...

Al tiempo hay que ponerle buena cara, ¿y qué cara te pongo a ti si ni tiempo me dedicas? Mejor te pongo cruz.

Duele menos...

Cuando seas capaz de reírte  y apiadarte de ti mismo, la vida dolerá menos.

Esta sombra...

El valor se arrastra tras de mí queriendo agarrar los despojos y apoderarse de la ganas de seguir, en cada buche de vida que escupo, que voy desperdiciando, suplicando la detención del latir que martillea a esta sombra, de turbios ojos, en la que me he convertido.

Covid...

Desde tu barrio caminando al mío, dejo atrás solitaria nuestra plaza, esa en dónde me diste calabaza quedándome enamoradito, frío. Tras la pena corrí con tanto brío buscando esa cerveza en la terraza, que si no cura el llanto lo desplaza del pobre corazón que está sombrío. Ni cerveza , ni terraza, ni amores acompañan mi cuerpo en la plazuela, esa que ahora no dirá ni pío. Desiertos nuestros bellos callejones, calabazas que dejaran secuelas, baretos que al igual que yo, vacíos.